El reciente enfrentamiento entre el oficialismo y los gobernadores, tras el fracaso de la ley ómnibus en el Congreso, puso de manifiesto las tensiones crecientes en el escenario político y económico argentino. De hecho, desde diciembre el Gobierno redujo las transferencias discrecionales a las provincias, que afectaron esencialmente a 13 provincias, entre ellas Chaco.
Según un informe del Ieral, en enero las transferencias no automáticas cayeron drásticamente en comparación con el mismo mes del año anterior, afectando especialmente a provincias como Chaco, Catamarca, y Formosa, entre otras, que recibieron 0 pesos.
El gobernador Leandro Zdero confirmó el panorama actual al referirse primero al vencimiento de 40.000 millones de dólares de deuda contraída por la gestión anterior y al pago del Incentivo Docente. «Lo pagamos en estos días pero no recibimos los fondos nacionales, y yo a los chaqueños no les voy a mentir: no tengo los fondos nacionales pero hemos hecho un esfuerzo para pagar incentivo docente. Necesitamos que eso se nos asigne desde Nación a efectos de que no haya retrasos».
El ajuste en los fondos destinados a las provincias generó preocupación sobre la capacidad de estas para financiar sus propios subsidios o incluso mantener las tarifas sin aumentos significativos. Chaco, junto con otras jurisdicciones, se encuentra en una situación especialmente delicada, con la posibilidad de enfrentar dificultades financieras a corto plazo.
Además, la reducción de transferencias está vinculada a fondos clave para el funcionamiento de las provincias, como el Fondo Nacional de Incentivo Docente y la Asistencia Financiera a Provincias y Municipios (ATN), lo que agrava aún más la situación.
Ante el impacto económico y político de estos recortes, el Gobierno ratificó su compromiso de continuar con el ajuste, lo que podría profundizar aún más las tensiones con las provincias en los próximos meses.
Otro golpe para los gobernadores se materializó en enero con la reducción de $280.000 millones en transferencias automáticas, resultado de la disminución en la recaudación de impuestos coparticipables y el incremento del piso mínimo de Ganancias, respaldado por Sergio Massa y Milei. Según Nadin Argañaraz, director del Iaraf, esta caída representó un descenso del 11% en términos reales respecto al año anterior, marcando el menor valor registrado en enero en los últimos nueve años.
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