En el corazón del Club Sambero, la música, el color y el brillo de los patines se hacen sentir cada fin de semana. Allí funciona Magic Wheels, la escuela de patinaje artístico dirigida por la profesora Candela Franco, quien con pasión, dedicación y mucho corazón viene impulsando este espacio deportivo que ya lleva tres años formando pequeñas y grandes patinadoras.
“Empezamos hace tres años con mucha ilusión y hoy seguimos creciendo”, cuenta Candela mientras las alumnas practican giros, pasos y coreografías sobre ruedas. Las clases se dictan los viernes por la noche, con entrenamientos físicos de 20 a 21 horas, y los sábados, divididas en dos grupos: de 15 a 16:30 horas para las mayores, y de 16:30 a 18 horas para las más pequeñas.
La escuela abre sus puertas a niñas y niños desde los 3 años en adelante, sin necesidad de experiencia previa. “Acá vienen desde cero, muchas veces porque les gusta patinar, vieron una serie o simplemente quieren probar. Aprenden rapidísimo”, explica la profesora con entusiasmo. Incluso, quienes no tienen patines pueden comenzar con rollers o utilizar los que la escuela presta.
Pero Magic Wheels no se queda solo en lo recreativo. También prepara a sus alumnas para torneos y rindes oficiales. En julio tienen previsto participar en una competencia en Gancedo, y más adelante podrían viajar a Santiago del Estero. “Venimos preparando a las chicas desde principios de año. Algunas ya están listas para rendir y seguir formándose como futuras profesoras”, destaca Candela.
El espacio se destaca por su ambiente familiar, inclusivo y motivador. “Tenemos niñas de todas las edades, y también un alumno varón. Nos encantaría que se sumen más chicos, esto es para todos”, dice Candela, quien no solo enseña técnica, sino que transmite valores como el compañerismo, la constancia y la confianza en uno mismo.
Magic Wheels es más que una escuela: es un lugar donde se aprende, se sueña y se disfruta. Un rincón en Villa Ángela donde cada giro sobre ruedas es un paso hacia el crecimiento personal y deportivo.