La gestión del intendente Adalberto Papp enfrenta un desgaste cada vez más evidente, con una serie de conflictos que salieron a la luz en los últimos días y que ponen en jaque la relación entre el Ejecutivo y el Concejo Deliberante.
Algunos Concejales, reprochan la falta de diálogo con el intendente y exponen situaciones graves que afectan el funcionamiento del Concejo. Según, no se habían recibido insumos básicos como hojas y materiales esenciales para las actividades legislativas, una situación que calificaron como inadmisible.
Por otro lado, los plazos para la implementación del bono de $50.000 aprobado por el Concejo ya han vencido, pero no hay novedades ni comunicación oficial al respecto. Este silencio del Ejecutivo municipal genera malestar entre los trabajadores municipales, quienes también denuncian casos de maltrato laboral.
Agresiones y tensiones políticas
Otra arista preocupante es la denuncia de agresiones contra algunos concejales, tanto en redes sociales como de manera personal. Según un comunicado reciente, estas agresiones provienen de personas que aseguran estar vinculadas a la municipalidad, lo que agrava aún más la crisis. Ante esta situación, anunciaron que se encuentran reuniendo pruebas para realizar las denuncias judiciales correspondientes.
¿Desgaste o una gestión problemática?
La actual gestión parece estar atrapada en un círculo de falta de comunicación, conflictos internos y poca transparencia. Estos problemas no son nuevos, pero la acumulación de reclamos sin respuestas concretas ha generado una percepción de desgaste que afecta tanto la confianza de los ciudadanos como la de los propios trabajadores municipales.
A esto se suma una falta de avances en políticas públicas clave para el desarrollo local. En lugar de construir puentes, el Ejecutivo parece haber optado por un aislamiento que afecta la gobernabilidad y pone en riesgo el correcto funcionamiento de las instituciones democráticas de Villa Ángela.
El Concejo, en tanto, evaluaría acciones legales para defender su autonomía y garantizar el cumplimiento de la ley, un gesto que muestra la gravedad del conflicto y que evidencia una fractura institucional que, de no resolverse, podría impactar negativamente en toda la comunidad.
Villa Ángela se encuentra en un momento crítico. La pregunta que queda es si el intendente Adalberto Papp estará dispuesto a escuchar y responder, o si continuará profundizando el aislamiento que lo caracteriza.