Miguel Simons, vicepresidente de la Cámara de Supermercados, Almacenes y Afines del Chaco, estimó que el traslado a precios que tendrá la devaluación del 22% del tipo de cambio argentino rondará en promedio el 15 o 20%. El empresario dijo que en estos primeros días, tras la medida del gobierno nacional, las empresas proveedoras «ajustan el precio al momento del envío de la mercadería»; y que los aumentos son en todos los productos que comercializan estos negocios ya que todos tienen componentes en dólares.
«Estamos recibiendo mensajes o mails de las empresas donde nos dicen que el precio facturado es el precio del día. Es decir, si pido diez cajas de mermelada, y tardan tres días en mandarlas, en ese momento les ponen el precio. Van ajustando a medida que van desarrollándose las medidas económicas», trazó.
Así, explicó que las empresas alimenticias y productoras de alimentos aguardan actualizar sus costos para luego colocar los nuevos precios, y que éstos se actualizan a diario.
«Las listas de precios que recibimos tienen un 15 o 18% de aumento.Algunas tienen un 8% de aumento pero nos avisan que la semana próxima habrá un 8% más de aumento o bien que no saben de cuánto será porque todo está muy inestable. Van gradualmente subiendo los precios», comentó.
En esa variedad de situaciones que enfrentan en estos primeros días post devaluación las empresas vinculadas al consumo masivo de bienes de primera necesidad, el empresario dijo que algunos proveedores «toman el pedido pero no facturan en el día».
«Nosotros ponemos el precio en función de la información y el stock que tenemos en el día. Si una empresa me dice que no me va a entregar mermelada hasta dentro de diez días, yo tengo que remarcar 20 o 22% de aumento porque no tengo idea qué precio me van a mandar. Nosotros no somos formadores de precios y, si perdemos un frasco de mermelada sin poder reponerlo, nos descapitalizamos. Cuando nos damos cuenta, tenemos el depósito vacío, la góndola vacía y diez pesos en el bolsillo», explicó Simons.
Devaluación sin planificación
Más allá de la coyuntura y del impacto que tiene el ajuste del tipo de cambio, el empresario advirtió que «toda devaluación que no tiene detrás un plan económico y una planificación, termina yendo a precios». Dijo así que con otras medidas como soporte, como por ejemplo reducciones impositivas o recorte en el déficit fiscal, se evitaría el traslado completo de una devaluación a precios. Por eso sostuvo que ahora «irá todo a precios, porque fue una devaluación brusca».
En ese orden, advirtió que pese al anuncio las tasas de interés todavía no subieron en la medida de lo anunciado por el Banco Central. «Los pases (descuento de documentos a muy corto plazo en entidades bancarias) hoy están frenados porque no hay tasas. Esto está frenando la actividad en la industria», afirmó.
Lo que dice Economía
Según escribe en Ámbito Financiero Liliana Franco, la estimación de la conducción económica argentina es que el traslado a precios de la devaluación (pass through) debe ser más bajo que el 22% que aumentó el dólar oficial. En tal sentido, en la reunión de ayer con empresas alimenticias para fijar nuevos valores en los Precios Justos, se analizó cuánto incide el ajuste cambiaron en los costos, entre otras variables.
Además, un estudio de la Secretaría de Política Económica muestra que el incremento en los Márgenes Empresariales Brutos, ha sido muy marcada, pasando en el total del IPC, de valores del 25% en 2017 a más del 46% en los meses de abril a junio 2023. Dicho de otra forma, se considera que las empresas tienen capacidad como para absorber aumentos y, paralelamente, mejorar los salarios.
Las listas de precios que recibimos tienen un 15 o 18% de aumento. Algunas tienen un 8% de aumento pero nos avisan que la semana próxima habrá un 8% más de aumento. Van gradualmente subiendo los precios.
Otros aumentos que vienen y ‘calentarán’ más la inflación
«Cuando pase este vendaval habrá que negociar paritarias, se ajustarán las tarifas de agua y luz, subirá el precio de los combustibles. De acá a fin de año será inflación pura», trazó Miguel Simons.
Fue más allá y acotó:»El gobierno que viene se encontrará con grandes problemas, muchos más de los que tenía el viernes pasado (previo a las PASO nacionales). Si la tasa de interés sube efectivamente al 118% anual y al 210% real, el gobierno deberá emitir una gran cantidad de dinero para pagar los intereses de plazos fijos y las Leliq. Y emisión es inflación»,. Además, mencionó que los contratos de soja a futuro fueron fijados, por la Bolsa de Comercio de Rosario, a un dólar de 570 pesos, muy por encima del nuevo nivel del dólar oficial que se ubica, post devaluación, en 365 pesos.
Ese escenario, Simons advirtió que «están liquidadas» las pymes que trabajan financiándose en el sistema financiero. «No hay negocio que dé para pagar una tasa de 150%», sostuvo.
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