Relys Ferreyra, el N°23 del rankig mundial del padel es de Villa Ángela y regresó a su Centenario Padel para recargar energías. En los próximos días viajará a Venezuela para participar de un torneo y luego volverá al circuito de Suiza. Su experiencia y el consejo para quienes comienzan en el deporte.
Desde el Centenario Padel, donde construyó su pasión y pulió sus herramientas para alcanzar las grandes ligas, Relys se muestra sereno y confiado en su camino en el padel. Es consiente que nada es fácil, pero trabaja fuerte para lograr sus objetivos y vaya si logró sueños.
«Vengo de una gira por Francia y Suecia y ahora estuve unos días de entrenamiento en casa. En los próximos días viajo a jugar un Torneo en Venezuela y luego vuelvo a Suiza», detalló en diálogo con VAH y El Urbano.
Relys Ferreyra está compitiendo con mayores en el nivel profesional hace tan solo 3 años. «Comencé en Paraguay» recuerda y agrega «empecé con el padel a los 10 años y a los 14 años comencé a competir en el circuito de menores que es donde esta participando Maria (su hermana menor) en este momento y luego comencé con la etapa de mayores», dijo.
Con varios títulos obtenidos a lo largo de todo el país y en distintos rincones del globo terráqueo, Relys se mostró agradecido por el camino recorrido. «No es fácil competir, pero con el apoyo de la familia se logran los objetivos. Actualmente, estoy en el rankig internacional en el número 23» resaltó y agregó «es una posición muy buena, la mejor que logre desde que estoy compitiendo. El año pasado quedé 26 y ahora llegue al 23. Pero el objetivo es estar entre las 16 parejas que eso te permite a final de año jugar el Torneo Master que juegan solamente los 16 mejores», sostuvo.
Mostrando un temple especial, al final de la charla con este medio sugirió a quienes se inician en el deporte: «Tener paciencia, pasar la pelota y no error la pelota, porque cuando uno empieza lo primero que quere hacer es pegarle fuerte o hacer jugadas que ve en las redes sociales. Pero lo principal es pasar la pelota, hacer lo más simple y tener paciencia», concluyó.