Villa Ángela – Vecinos del sector K, en inmediaciones de la calle Fuerte Esperanza entre España y Dónovan, hicieron público un pedido urgente a las autoridades municipales para dar una solución a una problemática que arrastran desde hace varios años: una represa que se inunda con las lluvias e impide el acceso y la salida del barrio.
“Estamos pidiendo que se tape la represa para que se haga la calle Fuerte Esperanza. Cuando llueve, el agua rebalsa y es un problema para salir con auto, moto e incluso caminando. A veces es imposible llevar a los chicos a la escuela o salir a trabajar”, explicó Joana Valeria Mendoza, quien vive junto a su familia en el lugar desde hace más de una década.
El sector se formó sobre lo que anteriormente era un baldío con actividad de ladrillerías. Hoy son entre 20 y 30 familias las que habitan allí, muchas con niños pequeños. “Hace cinco años juntamos firmas y las llevamos al municipio. Nos prometieron una solución desde Desarrollo Social, pero nunca pasó nada. Quedó todo en la nada”, recordó una vecina afectada.
La situación no solo complica la transitabilidad, también trae aparejados problemas de inseguridad, iluminación y riesgos sanitarios. “El agua estancada atrae mosquitos, insectos y hasta víboras. De noche es un verdadero peligro porque no hay luz y ya sufrimos robos”, señalaron.
Los vecinos afirman que cuentan con dos salidas improvisadas, una de ellas rellenada por un frentista con cascotes, pero igualmente inutilizable los días de lluvia. “El agua no tiene salida, siempre se acumula en la represa y termina perjudicando a todos. Necesitamos que la rellenen o, al menos, que hagan un canal para que escurra”, pidió Gustavo, residente del lugar desde hace 15 años.
Las familias remarcan que no buscan enfrentamientos sino soluciones:
“Queremos la calle como corresponde. Acá vive gente trabajadora que todos los días sale a ganarse el pan. Cuando llueve, se mojan, llegan a sus trabajos con el calzado empapado o directamente no pueden salir. También hay chicos que pierden clases. No es justo seguir viviendo en estas condiciones”, manifestaron.
El reclamo se resume en una petición clara: el relleno de la represa y la apertura definitiva de la calle Fuerte Esperanza, para garantizar accesibilidad, seguridad e igualdad de condiciones con el resto de los barrios de la ciudad.