«Basta de chamuyo»: Vecino reclamó con dureza ante los concejales por la falta de respuestas concretas

Ago 6, 2025

En una jornada marcada por la tensión y la frustración acumulada, un vecino tomó la palabra en la sesión del Concejo Municipal y realizó un reclamo contundente que resonó entre los presentes. A tan solo 150 metros del Polideportivo, donde se realizan habitualmente los actos oficiales, este ciudadano expresó el malestar que comparten muchos vecinos de distintos barrios de la ciudad: años de promesas incumplidas, falta de respuestas concretas y una administración que, según sus palabras, «no escucha, no camina, y aparece sólo en elecciones».

“Yo estoy al día con todo: patente de la moto, nicho de mis viejos, carnet de conductor, impuesto inmobiliario. Pago todo. Yo hago mi parte, ahora ¿dónde va la plata que uno pone?”, se preguntó con indignación, mostrando documentación que respaldaba su declaración.

El reclamo giró principalmente en torno a la falta de pavimento en su barrio, el abandono de calles que llevan más de 30 años esperando obras, y la sensación de ser ignorados sistemáticamente, a pesar de vivir en una zona estratégica. “Hay gente que murió sin ver una cuadra de asfalto. ¿Les parece justo que tengamos que mendigar dos cuadras? ¿Quién no tuvo un maestro o un profesor en este barrio? Es el barrio de los docentes”, expresó con impotencia.

El vecino también apuntó directamente a la falta de gestión y empatía por parte de los funcionarios: “Ustedes están para servir al pueblo, no para servirse de él. Den respuestas, no chamuyo. Basta, muchachos, no va para más”. Además, hizo referencia a calles cercanas como San Luis, La Pampa, Los Andes y Luis Braile, donde —según aseguró— hay al menos 22 cuadras sin pavimentar, a pocos metros del polo educativo.

Entre sus palabras, hubo espacio para un pedido directo a la clase política: “Salgan a caminar, escuchen, no solo aparezcan cuando hay elecciones. Pongan gente idónea que conozca Villa Ángela, que sepa dónde está parado”. En un tono crítico pero firme, apeló también a la memoria y la cercanía de los funcionarios: “Nos conocemos todos. No le debo favores a nadie. Los invito a mi casa, vengan a ver cómo estamos viviendo”.

Finalmente, cerró su intervención reiterando que no está pidiendo nada más que lo que le corresponde como ciudadano cumplidor: “Puedo tener mil defectos, pero vengo con los papelitos y la verdad. No me quiero seguir levantando más temprano para venir a pedir lo que ya tendría que estar hecho”.

El pedido será evaluado por la comisión correspondiente, pero su intervención dejó en evidencia un reclamo colectivo: la necesidad urgente de respuestas concretas, obras postergadas y una verdadera conexión entre los representantes del pueblo y la realidad diaria de los vecinos.