Durante la última sesión del Concejo Deliberante, un vecino del barrio Martín Fierro se presentó para expresar el profundo malestar de su comunidad ante la falta de respuestas por parte del Ejecutivo municipal. Con un discurso cargado de indignación y firmeza, el vecino denunció que hace seis meses elevaron un pedido para mejorar las calles de ripio y construir veredas, pero a la fecha no se ha avanzado prácticamente nada.
“Se trató y se llegó a un acuerdo. Seis meses pasaron. No queremos volver a venir. Somos 180 familias. ¿Qué más tiene que pasar para que se resuelva algo tan simple como 150 metros de calle o unas veredas?”, expresó visiblemente molesto.
Durante su exposición, el vecino destacó que solo dos concejales —uno de ellos presidente del Concejo y otro que vive en el barrio— se acercaron al lugar en todo este tiempo. “A veces, esto parece una burla. Hoy presentan una ley de emergencia vial, y la entiendo, pero la realidad es que todos los barrios están mal. Y mientras tanto seguimos esperando”, agregó.
También relató que el único tramo de calle que se arregló fue gracias a un «favor personal del intendente», y cuestionó duramente que los vecinos tengan que depender de gestos políticos en lugar de soluciones institucionales. “No puede ser que cada vez tengamos que venir a hablar, a exponer, a pedir favores. No tiene sentido”, sostuvo.
Uno de los momentos más contundentes de su intervención fue cuando recordó la última conversación que tuvo con el intendente: “Me dijo ‘Estoy cansado’, y lo tengo grabado. Si está cansado, entonces ustedes, concejales, que tienen la potestad legal, deberían unirse y removerlo del cargo. Pongan a alguien que realmente quiera trabajar”.
Finalmente, hizo un llamado a la empatía: “Les pido humildemente que piensen en nuestros hijos, en los adultos mayores que caminan por el barro. ¿Les parece justo? ¿Les parece lógico? No podemos seguir esperando otros seis meses más por una solución mínima”.
«No se trata de política, se trata de dignidad”, concluyó.