La comunidad de Coronel Du Graty y gran parte del Chaco se encuentra conmocionada tras conocerse la noticia del fallecimiento de Ariana Kimmich, una joven madre que conmovió a todos con su lucha incansable contra un agresivo cáncer de útero.
Ariana había contado su historia con gran valentía hace apenas un mes, cuando relató a NG Federal el deterioro de su salud debido a la metástasis y los dolores extremos que sufría día a día. “Hace 4 años más o menos ya que empecé con todo esto… ahora tengo metástasis y en los ganglios”, nos decía entonces, con una entereza que impactaba.
Desde octubre de 2024, Ariana se alimentaba por sonda debido al cierre casi total de su esófago. “Mastico y lo tiro, como para saciar al cuerpo”, contaba en un testimonio crudo pero lleno de humanidad. Soportaba noches enteras sin dormir, fiebre constante y complicaciones graves que se agravaron por fallas en el sistema de salud.
A pesar de todo, nunca dejó de luchar. Buscaba llegar a Buenos Aires para recibir un stent esofágico adecuado, ya que el que le colocaron en enero resultó ineficaz y le provocó una grave crisis en quirófano. Sin los recursos necesarios para costear el tratamiento, pedía ayuda a través de redes sociales, sostenida por el amor de su esposo y sus tres hijos.
En sus últimos días, compartía que tomaba morfina para calmar el dolor. “En los estudios de tomografía se puede ver una masa de ganglios aparentando uno de mis riñones, y ya me colocaron un catéter en el riñón, para evitar perderlo”, decía con voz cada vez más débil.
Ariana partió dejando una huella imborrable, no solo por su dolorosa lucha sino por la fortaleza con la que enfrentó cada día. Su historia, marcada por la esperanza, el sufrimiento y la injusticia, se convierte hoy en un llamado a la empatía, al compromiso social y a la mejora urgente del sistema de salud.
Con información de QHC