En las últimas horas, comenzó a circular en redes sociales una carta abierta escrita por M. Cristina Pedrini, profesora y vecina de Villa Ángela, que despertó un fuerte eco entre los ciudadanos. Bajo el título “La ciudad que merece más”, el texto expone una serie de cuestionamientos a la gestión municipal y marca un límite: el silencio social se terminó.
Lejos de una denuncia formal pero con una contundencia que incomoda, Pedrini plantea un “basta” que muchos vecinos comparten en conversaciones privadas y ahora empiezan a expresar públicamente.
Un presupuesto histórico… sin resultados visibles
La autora cuestiona directamente la falta de impacto en obras y mejoras urbanas pese al presupuesto municipal 2026, calificado como “altísimo” e “histórico”. La incógnita que plantea es simple pero profunda:
“¿Dónde está ese dinero? ¿En qué se traduce? ¿Qué cambio real vemos en nuestras calles?”
Pedrini señala que, mientras se justifican fondos en plazo fijo “para sueldos”, la ciudad permanece estancada y sin una planificación que se refleje en la vida cotidiana de la población.
Una ciudad en penumbras y con servicios deteriorados
La carta apunta especialmente a la falta de iluminación, describiendo una Villa Ángela oscura, insegura y con luminarias obsoletas. Critica también la ausencia de un plan serio para la reconversión a tecnología LED, algo que —sostiene— ya implementaron decenas de municipios de la provincia y el país.
El diagnóstico continúa con igual contundencia:
Calles sin mantenimiento, sin asfalto y sin ripio adecuado.
Basurales improvisados en distintos puntos, incluso sobre la Av. 25 de Mayo y frente a una escuela.
Cunetas sin limpieza y espacios públicos descuidados.
Falta de fumigación, pese al aumento del dengue, lo que representa un riesgo sanitario evitable.
“Lo más grave no es el bache: es la ausencia de visión”, afirma la autora, resumiendo la percepción generalizada sobre la falta de planificación urbana.
Apoyo al trabajo de los recolectores, pero pedido urgente de ordenamiento
La carta aclara que no se cuestiona el trabajo de quienes recuperan cartón, sino la falta de políticas claras para ordenar la actividad: espacios adecuados, horarios definidos y prohibición de acumular materiales en zonas críticas.
Propuestas concretas: del reclamo a la planificación
Lejos de limitarse a la queja, el texto detalla un conjunto de medidas que podrían aplicarse de inmediato:
Plan de iluminación LED por etapas.
Programa integral de limpieza y control de basurales.
Fumigación y campañas de prevención del dengue.
Mejora estética de frentes con participación vecinal.
Reordenamiento del reciclado urbano.
Mantenimiento vial planificado.
Transparencia activa del presupuesto.
La autora sintetiza la filosofía de su planteo con una frase que se volvió viral:
“La crítica sin propuesta es catarsis. La propuesta sin crítica es ingenuidad.”
Una voz ciudadana que amplifica un malestar colectivo
Pedrini aclara que su intención no es atacar, sino invitar a una responsabilidad mayor de quienes administran la ciudad. Y remarca que el presupuesto solo tiene sentido si se transforma en obras, orden y calidad de vida.
La publicación generó reacciones inmediatas entre vecinos, que comenzaron a compartirla con comentarios de apoyo, cansancio y demanda de cambios.
“Ojalá esta carta encuentre oídos”, concluye Pedrini.
Y agrega un mensaje que resume el espíritu de su escrito:
“Vivimos acá. Caminamos estas calles. Esta reflexión nos pertenece.”
En Villa Ángela, el silencio empieza a romperse. Y las redes sociales se están convirtiendo en el nuevo espacio donde los vecinos hacen oír lo que ven, lo que sienten y lo que esperan de una ciudad que —como dice la autora— “merece más”.