Celebración de los 74 años de la EPJA N° 3: una historia de compromiso, esfuerzo y humanidad

Jul 18, 2025

En el marco del 74° aniversario de la Escuela para Jóvenes y Adultos N° 3 (EPJA N° 3), se vivió una emotiva jornada cargada de recuerdos, agradecimientos y sobre todo, una profunda reivindicación del valor de la educación de jóvenes y adultos. En este acto conmemorativo, docentes, alumnos, directivos y autoridades celebraron la trayectoria de una institución que, desde hace más de siete décadas, representa una segunda oportunidad para miles de personas que no pudieron culminar sus estudios en la niñez.

La supervisora de la Modalidad de Jóvenes y Adultos, Yolanda Gómez, fue una de las oradoras destacadas del evento. En su intervención, remarcó con orgullo la importancia histórica y pedagógica de esta modalidad, que surgió en el país en la década del ’50 como respuesta a una necesidad urgente: garantizar el derecho a la educación a quienes, por diversos motivos, no pudieron terminar la escuela primaria.

“Es un honor y un placer estar aquí, celebrando junto a ustedes los 74 años de esta querida institución. Una escuela con una vida institucional fructífera, con docentes comprometidos y una comunidad diversa que pasó por sus aulas en busca de una meta: aprender”, expresó Gómez.

La supervisora hizo un repaso histórico de las escuelas para adultos en la región, destacando el surgimiento de varias de ellas –como la EPA 6 de Villa Berthet, y recordó que muchas ya superan los 50 años de existencia. También aprovechó para visibilizar una problemática que afecta a la modalidad: la falta de reconocimiento y apoyo sostenido por parte de los distintos gobiernos.

“Nuestra modalidad es muchas veces desconocida, incluso por quienes nos gobiernan. No se ocupan, no la comprenden. Por eso, entre nosotros, los que sí conocemos esta forma de enseñar, nos ayudamos y nos acompañamos. Y hoy más que nunca, celebramos con la frente en alto lo que logramos”, remarcó.

En un clima cargado de emoción, Gómez agradeció a los docentes y directivos por su vocación, destacando las estrategias didácticas que aplican día a día para alfabetizar a jóvenes y adultos. También valoró el trabajo previo del equipo institucional para preparar esta celebración, que se replicó en distintos puntos de la ciudad donde funciona la escuela.

Por su parte, la directora de la EPA N° 3, Vilma Silva, brindó un mensaje breve pero profundamente sentido. Luego de agradecer la presencia y el acompañamiento constante de la supervisora, de autoridades locales y de colegas de otras instituciones, destacó el valor humano del equipo docente y del personal no docente.

“Somos un gran equipo. Somos personas que, más allá de enseñar, acompañamos. Apapachamos sin dejar de cumplir nuestro rol como escuela: educar, orientar, contener. Esa parte humana no se encuentra en los libros ni en las planificaciones, se encuentra en el corazón de cada uno de nuestros docentes”, sostuvo emocionada.

Silva también hizo referencia a las dificultades económicas con las que deben lidiar a diario: desde la imposibilidad de reunir a toda la comunidad escolar por falta de recursos, hasta la necesidad de autogestionar insumos a través de rifas o contribuciones personales. Sin embargo, lejos de quejarse, la directora eligió agradecer la oportunidad de ser parte de una modalidad que, según sus propias palabras, es donde eligió “dejar su huella y retirarse profesionalmente”.

El acto culminó con la entrega de un presente a la supervisora Yolanda Gómez, en representación de toda la comunidad educativa, como gesto de reconocimiento a su acompañamiento constante.

Una escuela con historia, una modalidad con corazón

La EPA N° 3 no solo enseña a leer y escribir. Enseña que nunca es tarde. Que la educación puede llegar en cualquier momento de la vida. Que con voluntad, empatía y compromiso, se puede transformar la realidad de muchas personas.

A 74 años de su fundación, esta institución reafirma su propósito: ser un faro para quienes buscan una segunda oportunidad. El año próximo, la comunidad educativa ya sueña con tirar la escuela “por la ventana”, como anticipó Yolanda Gómez, para celebrar sus 75 años de vida: las esperadas bodas de diamante.