En Villa Ángela hay una pregunta que cada día toma más fuerza: ¿Dónde están los camiones adquiridos por compra directa por el municipio?
Recordemos que, con la aprobación del Concejo Deliberante, la Municipalidad adquirió dos camiones con bateas, que fueron presentados como una inversión clave para mejorar la infraestructura vial de la ciudad. Sin embargo, hasta el momento solo uno fue exhibido de manera oficial. Del otro, ni fotos ni rastros.
Lo más enigmático de esta historia es que ninguno de los dos ha sido visto trabajando en las calles o en alguna obra municipal. Mientras tanto, el propio Ejecutivo reconoce que sigue pagando fletes a camiones de terceros para trasladar ripio desde las canteras hasta los barrios, generando un gasto millonario para las arcas públicas.
Según palabras textuales del intendente:
“Cada camión de ripio que se trae a las canteras, con el pago de ripio que hace el municipio y el flete, se gasta 1.200.000 pesos y no alcanza para una cuadra. Por cada cuadra, con combustible, mantenimiento de máquinas, el pago de ripio en la cantera, el flete y el trabajo que se hace, sale aproximadamente 5 millones de pesos. Son fortunas.”
Pero si ya tenemos dos camiones municipales ¿por qué seguimos pagando fortunas en fletes privados?
¿Por qué uno de los camiones ni siquiera se mostró públicamente?
¿Por qué ninguno pisa todavía el ripio ni el barro de ninguna obra?
¿Por qué el Ejecutivo no presenta informes claros cuando el Concejo los solicita?
Preguntas que siguen sin respuesta mientras los vecinos se preguntan si esos camiones son fantasmas o están escondidos.
Mientras tanto, cada cuadra de ripio sigue costando 5 millones de pesos, pagados con el bolsillo de todos.
¿Dónde están los camiones?
Un misterio que solo el tiempo –o la presión ciudadana– podrá resolver.