Familiares de víctimas, transportistas y periodistas se reunieron en una audiencia pública para visibilizar el colapso vial que atraviesa la provincia del Chaco. Rutas destruidas, falta de mantenimiento y una inversión nacional casi inexistente configuran un escenario mortal que se cobra vidas semana tras semana.
En una sala colmada de dolor y testimonios estremecedores, familiares de víctimas fatales, choferes y representantes de medios de comunicación denunciaron la dramática situación de las rutas chaqueñas. El encuentro puso sobre la mesa datos alarmantes: en lo que va de 2025, la inversión nacional en obras viales cayó más del 90%, dejando inconclusas licitaciones clave y paralizando tareas de bacheo, autovías y mantenimiento.
Rutas como la 11, 16, 89 y 95 se han convertido en verdaderas trampas mortales. Cráteres imposibles de esquivar, banquinas invadidas de pastizales y señalización deficiente o inexistente son parte del paisaje diario para miles de chaqueños que deben circular poniendo en riesgo su vida.
“Nosotros ya perdimos. No queremos que ustedes pierdan”, expresó con crudeza una madre que perdió a su hijo en un accidente evitable. Su frase resume la impotencia de decenas de familias que cargan con tragedias personales, mientras reclaman que no haya más víctimas.
El problema afecta a todos los sectores. Incluso el equipo de Noticiero 9 relató su propia experiencia: en plena cobertura, los periodistas perdieron neumáticos al impactar contra pozos invisibles en rutas intransitables. “Contamos esta tragedia desde adentro, porque también la sufrimos”, remarcaron.
Transportistas y vecinos advierten que la situación ya es insostenible y exigen respuestas urgentes: señalización, mantenimiento mínimo y reactivación de obras postergadas. Mientras tanto, los siniestros se multiplican y la tragedia parece repetirse cada semana.
La audiencia pública dejó un mensaje claro: el pueblo chaqueño está cansado de mirar para otro lado. La seguridad vial ya no puede esperar.