En el marco de los festejos por el 115° aniversario de Villa Ángela, el músico Andrés Yazde compartió en sus redes un emotivo mensaje dedicado a su abuelo, Asmed Yazde, inmigrante libanés que formó parte del crecimiento y desarrollo de la ciudad.
«¡Felicidades a mi ciudad querida!», comienza escribiendo Yazde, quien acompaña el texto con fotos del centenario de Villa Ángela, celebrado en 2010, cuando su abuelo tuvo el honor de izar la bandera del Líbano en representación de la colectividad extranjera que ayudó a forjar la identidad local.
Asmed Yazde llegó a tierras chaqueñas con tan solo 8 años, junto a sus padres. Su padre abrió una zapatería, reconocida por haber sido frecuentada por el querido humorista Luis Landriscina, quien incluso la menciona en uno de sus recordados cuentos. Asmed, por su parte, fundó “Tienda Los Chaqueños”, un local pionero en la venta de ropa para bebés y niños, con marcas de renombre, lo que lo convirtió en un referente comercial de la época.
También fue tesorero del Club Unión Progresista y su historia de vida fue narrada por distintos medios de comunicación, destacando su travesía en barco desde el Líbano hasta Buenos Aires y luego su arraigo en el Chaco profundo.
En su mensaje, Andrés recuerda con cariño y gratitud los gestos de su abuelo, quien cada mes iba al Banco Nación a depositarle dinero para poder estudiar en Oberá, Misiones, dado que su padre —que trabajaba en el juzgado— no podía salir del trabajo. «Aparte, él también me ayudaba con unos pesitos de jubilado», rememoró con ternura.
La despedida de Don Yazde llegó poco tiempo después de aquel homenaje por el centenario. Andrés relata que su abuelo ya comenzaba a sentirse mal, y fue él quien tuvo que asistirlo en más de una ocasión durante sus vacaciones. Su partida, mientras Andrés se preparaba para rendir un examen en la universidad, lo marcó profundamente. «Me dolió y, estando lejos, compuse un poema que luego convertí en canción», confesó.
Finalmente, el posteo también rememora los lazos entrañables con la familia Carauni, amigos íntimos y vecinos de los Yazde, con quienes compartieron aquel momento tan especial hace 15 años.
Este homenaje personal no solo recuerda a un ser querido, sino que pone en valor la historia de tantos inmigrantes que con trabajo, esfuerzo y amor construyeron Villa Ángela. Un gesto que en este nuevo aniversario de la ciudad, cobra aún más sentido.
// Del muro de Andrés Yazde