«Soy feliz cada vez que cruzo el arco de llegada»: Patricia Boniardi, una pasión por el running que transforma vidas

May 9, 2025

Humilde, disciplinada y apasionada. Así se define Patricia Boniardi, profesora y maratonista amateur que, desde hace tres años, encontró en el running una forma de vida. Sin sponsors ni grandes apoyos económicos, pero con una profunda convicción personal, se prepara para participar nuevamente de la Maratón Internacional de Reconquista, en el marco del aniversario de esa ciudad santafesina.

«Hace tres años que corro y la verdad es que me cambió la vida. No es una actividad con mucha visibilidad, no tiene sponsor, es muy silenciosa, pero es profundamente transformadora», afirma Patricia.

Antes de cada competencia, hay una rutina que se repite: chequeo médico, nutricionista, buena hidratación, y entrenamiento constante. Además de cumplir con su rol docente, su día empieza temprano: a las 5:30 o 6 de la mañana, con un desayuno recomendado por profesionales, seguido de trabajo, y al final del día, zapatillas y ruta.

«Es una cuestión de organización. No es fácil siendo profe, pero uno aprende a planificarse. Me van a ver trotando por la ruta 95, por la avenida Bittel o frente al cementerio. Correr ya es parte de mi día», cuenta.

 

Su compromiso y perseverancia tuvieron recompensa hace pocas semanas, cuando logró su primer podio en la categoría 45 a 50 años en la maratón organizada en Sáenz Peña, en el marco de las actividades por el Día de las Malvinas.

«Fue una sorpresa. Corrí los 9 km después de una jornada agotadora y ese podio fue el cierre perfecto para un día increíble. Nunca imaginé subirme al podio cuando empecé a correr».

Boniardi también recordó con cariño su primera carrera, en la maratón organizada por la Escuela Eben Ezer de Villa Ángela, que considera el inicio de este camino. Agradeció al representante legal de la institución, Henry Fuertes, por apostar año a año a esta actividad, que no solo promueve el deporte sino que inspira a muchos.

En cuanto al financiamiento, Patricia es clara: no puede asistir a todas las competencias que le gustaría, pero cada participación es fruto de una cuidadosa planificación personal.

«Hace dos meses que vengo apartando el dinero para esta maratón. No es fácil sin apoyo, pero organizándome lo logro. Para mí correr es salud, es vida, es compartir con amigos, con vecinos. Hasta mi hijo me acompaña a veces».

Con admiración, nombra a otros maratonistas locales, quienes, según ella, son también parte de su motivación constante.

Y aunque los premios son bienvenidos, para ella el mayor logro está en el corazón:

«Yo soy feliz saliendo del arco y más feliz aún cuando llego. No importa el resultado, importa que diste lo mejor, que volviste, y que tuviste el valor de hacerlo. Invito a todos a animarse, a cuidar su salud y a disfrutar del camino».

 

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