En las últimas horas, un vecino hizo público un fuerte descargo en el que denuncia una situación de persecución y hostigamiento hacia su familia, luego de haber ocupado una vivienda que, según afirma, le fue prometida en vida por su tío fallecido.
Según su relato, hace tres años, L. C. y su esposa T. P., junto a su pequeña hija, se instalaron en una vivienda perteneciente a su tío, ya que este le habría manifestado su voluntad de donársela. Sin embargo, la donación no se formalizó legalmente antes del fallecimiento del hombre.
A partir de entonces, una de las hermanas del fallecido, habría tomado posesión de los bienes materiales del difunto de manera unilateral, situación que generó un conflicto familiar que terminó judicializado. Cabe destacar que la mujer es madre de un funcionario de la actual gestión municipal, hecho que L.C. considera relevante debido a lo que describe como una «persecución innecesaria» hacia él y su familia.
El denunciante sostiene que su intención nunca fue usurpar ni apropiarse de la propiedad, sino habitarla en carácter de «heredero de buena fe», en un contexto de profunda vulnerabilidad económica. Remarca que su situación está debidamente documentada y en manos de la Justicia, e invita a los involucrados a revisar las pruebas con seriedad y respeto.
Lo más alarmante de su denuncia tiene que ver con el nivel de hostigamiento al que, asegura, han sido sometidos él, su esposa y su hija. Menciona amenazas verbales y psicológicas, así como actos de violencia directa que ya han sido denunciados ante las autoridades correspondientes. Entre los agresores señala a otro de los hermanos del fallecido.
“Exijo respeto por mi familia. Exijo que cesen las amenazas y la persecución”, expresa en el comunicado, y agrega que cualquier acto de hostigamiento será respondido a través de los mecanismos legales. Además, apeló a la solidaridad de la comunidad y pidió que su mensaje llegue a las autoridades competentes.