La Sociedad Rural de Villa Ángela difundió recientemente, a través de su cuenta oficial de Facebook, una planilla de registro de precipitaciones que abarca desde 1961 hasta 2024. El documento, que detalla las lluvias mensuales en milímetros, sugiere una disminución sostenida en los niveles de precipitaciones, especialmente marcada en la última década.
Aunque no se trata de información oficial —como la que emite el Servicio Meteorológico Nacional—, el registro posee un importante valor técnico debido a su continuidad, su nivel de detalle y su probable origen en observaciones locales sistemáticas.
Según la planilla, el promedio histórico anual de lluvias en Villa Ángela rondaría los 1227,8 milímetros. Sin embargo, los últimos años estarían muy por debajo de ese umbral. En 2022, por ejemplo, las precipitaciones habrían alcanzado apenas los 889 mm; en 2023, unos 978 mm; y en lo que va de 2024, el acumulado sería de apenas 493 mm. De confirmarse esta tendencia, la región estaría atravesando uno de los períodos más secos de los últimos 60 años.
El análisis gráfico de los datos permite observar una fuerte variabilidad entre años húmedos y secos. Algunos años excepcionales en cuanto a lluvias fueron 1988 (1467 mm) y 2010 (1456 mm), mientras que los más secos incluyen 1979 (700 mm), 2022 (889 mm) y, posiblemente, 2024. La caída de las precipitaciones parece más acentuada en la última década, lo que podría estar relacionado con fenómenos climáticos tanto regionales como globales.
La difusión de esta información por parte de la Sociedad Rural no solo representa un insumo valioso para el sector agropecuario, sino también una alerta de interés público. De confirmarse una reducción sistemática de las lluvias, las consecuencias podrían sentirse en múltiples aspectos: desde el rendimiento de cultivos y la disponibilidad de agua para consumo y riego, hasta la salud de los ecosistemas y el equilibrio ambiental en zonas urbanas.
Especialistas han advertido en diversas ocasiones que el cambio climático, la expansión de la frontera agrícola, la deforestación y el manejo intensivo del suelo podrían estar influyendo negativamente sobre los regímenes de lluvia en la región chaqueña. Frente a este escenario, recomiendan fortalecer los sistemas de monitoreo climático local, implementar políticas de conservación del agua y actualizar los mecanismos de prevención ante eventos extremos.
En este contexto, el trabajo de entidades como la Sociedad Rural de Villa Ángela puede resultar clave para construir un diagnóstico más certero sobre las transformaciones climáticas que afectan a la región y sus impactos en la vida cotidiana y la producción.