Hoy, en el barrio Sargento Cabral de Villa Ángela, un sueño comunitario se convirtió en realidad: un árbol navideño de casi 8 metros de altura se erige como símbolo de unión, esfuerzo y sentido de pertenencia. Este proyecto, que inició hace años con un modesto árbol de 2 metros, fue creciendo gracias al trabajo conjunto de vecinos que decidieron transformar un espacio común en un lugar de orgullo para todos.
En diálogo con Villa Ángela Hoy, Juanchi Aquino, uno de los impulsores del proyecto, expresó: “Esto comenzó con la idea de darle una nueva impronta al barrio, mostrando que, con sacrificio y solidaridad, se pueden lograr grandes cosas. Nos unimos para recolectar botellas y materiales, y poco a poco fuimos construyendo este sueño con la ayuda de manos anónimas y vecinos comprometidos”.
El árbol, construido íntegramente con materiales reciclables, se ha convertido en el centro de atención no solo del barrio, sino también de la ciudad. Vecinos de diferentes lugares colaboraron donando botellas, aportando ideas y trabajando en equipo para que este ambicioso proyecto cobrara vida.
Néstor Corbalán, otro vecino destacado, recordó emocionado cómo este espacio, especialmente la cancha donde se instaló el árbol, forma parte de la historia y la identidad del barrio: “Esta cancha es un lugar icónico para nosotros, donde muchos crecimos jugando y compartiendo. Verla hoy iluminada con este árbol gigante nos llena de orgullo y alegría”.
El árbol, que mide 7,80 metros de altura, fue encendido esta noche en un acto lleno de emoción y alegría. La iniciativa no solo busca embellecer, sino también fortalecer el sentido de comunidad y mostrar el lado positivo de un lugar que, como mencionaron sus vecinos, muchas veces es asociado a situaciones adversas.
“Queremos que este árbol sea un mensaje de esperanza y unión, que muestre el otro lado del barrio Sargento Cabral: uno lleno de esfuerzo, trabajo y amor por nuestra comunidad”, concluyeron los organizadores.
Esta obra es un ejemplo de cómo la solidaridad y el compromiso colectivo pueden transformar no solo un espacio físico, sino también el espíritu de una comunidad. ¡Felicitaciones al barrio Sargento Cabral por este logro inspirador!