Mientras en muchos municipios de la región se observa un esfuerzo renovado por embellecer sus ciudades con ornamentaciones creativas y modernas para las fiestas, en Villa Ángela el espíritu navideño parece haberse estancado. El tradicional árbol navideño, que hace ocho años fue una novedad, hoy vuelve a ser instalado, pero esta vez en un lugar diferente debido a los trabajos de recambio de cañerías principales de la red cloacal de Sameep.
La gestión de Adalberto Papp, que ya lleva varios años al frente del municipio, parece no haber evolucionado en cuanto a propuestas innovadoras para las festividades. Mientras en otras localidades los vecinos disfrutan de decoraciones que sorprenden y fomentan el turismo, en Villa Ángela los cambios se limitan al traslado de un mismo árbol navideño.
La falta de renovación y creatividad en la ornamentación no solo afecta el aspecto estético de la ciudad, sino que también refleja un estancamiento en la gestión cultural y comunitaria. ¿Por qué no pensar en nuevas iniciativas que revitalicen el espíritu navideño y generen orgullo en los vecinos?
En un contexto donde otras ciudades invierten en fortalecer su identidad a través de la decoración navideña, Villa Ángela parece quedar rezagada.